Más allá de la historia que se narra en esta película -en la que Mérida, la impetuosa hija del rey Fergus y la reina Elinor, busca forjarse su propio camino en la vida, desafiando las costumbres ancestrales de su reino- podemos observar lo difícil que puede llegar a ser la relación madre e hija, cuando esta está influida por la interpretación que hacen ambas sobre cómo deben ser las cosas sin pararse a mirar qué es lo que está ocurriendo entre ellas, qué necesitan la una de la otra.
Desde el comienzo de la película, aunque en un sutil segundo plano, se elabora una preciosa metáfora de la formación del vínculo entre ellas, a través del tejido que borda la madre y que, a la par que su relación, sufre por las discrepancias entre ambas. La necesidad de la madre de buscar lo que ella cree que es mejor para su hija choca de bruces con el deseo de independencia de la protagonista.
Las continuas alusiones al vínculo entre madre e hija, hacen de esta película un conmovedor aprendizaje sobre el modo en el que se dan estos habituales conflictos, y muestran un enternecedor modo de resolverlos. Muy recomendable para ver en familia.
Dirección: Mark Andrews y Brenda Chapman.
Co-dirección: Steve Purcell.
Título original: Brave.
Duración: 93 min
Año:2012.
