En navidad todo es posible

No hay una única manera de pasar las navidades. Las circunstancias que atravesemos influirán y marcarán la forma en que transcurren estas fechas, lo importante es encontrar la que mejor se adapte a nuestro momento y condiciones vitales.

Se acerca diciembre y poco a poco las navidades empiezan a ser un tema muy nombrado en las sesiones de terapia, y es que para mucha gente es un motivo de preocupación, tristeza o ansiedad. Es habitual que con la proximidad de estas fechas muchas personas soliciten más frecuencia en las sesiones y, del mismo modo, al finalizar, muchas pidan cita o inicien un proceso terapéutico.

Las navidades nos arrastran a menudo a una espiral de exceso de información, estímulos visuales, citas, objetos, comida y alcohol, y es normal sentirnos empachadas y exhaustas.

¿Qué tiene la navidad que con frecuencia nos deja tristes o desvitalizados/as?

Es una época muy exigente durante la cual continúan nuestras actividades, responsabilidades y jornadas laborales, mientras se programan planes con amigos, reuniones familiares y cenas de empresa. Además debemos atender todo tipo de preparativos y compras, y a menudo es motivo de estrés y agotamiento.

Todo esto puede resultar abrumador, pero además estas fiestas están envueltas en un imperativo de felicidad, celebración, paz y amor con el que nos podemos llegar a sentir muy presionadas. Lo cierto es que durante esta época del año es muy frecuente sentir agotamiento, tristeza, soledad, nostalgia, ansiedad, melancolía y un sinfín de estados y emociones que parecen no tener cabida, lo que hace que experimentarlas nos resulte complicado, haciéndonos sentir cierta sensación de inadecuación y extrañeza.

Aunque el espíritu navideño nos incite a estar alegres y celebrar, sentir malestar es mucho más habitual de lo que creemos, porque la vida nos trae distintas circunstancias y podemos tener a un ser querido hospitalizado, o haberlo perdido recientemente, estar atravesando una ruptura, o habernos quedado sin trabajo, entre otras muchas. Y es que en estas fechas las ausencias y las pérdidas se hacen todavía más presentes.

¿Qué podemos hacer? 

Tener en cuenta nuestras necesidades en navidad se puede convertir en todo un desafío, en una carrera de obstáculos en el que sin darnos cuenta, las podemos perder de vista y descuidarlas. Por ese motivo es importante prestarles atención y buscar la medida exacta entre las exigencias del momento y lo que somos capaces de tolerar para evitar indigestiones. Marcar nuestro ritmo y nuestros límites personales nos puede servir de ayuda para regular nuestra energía y llegar a un equilibrio.

Por eso me apetece recordaros que en NAVIDAD TODO ES POSIBLE:

  • Ir a ver a las personas que deseamos visitar otro día si para nosotras es importante no coincidir con alguien en una reunión.
  • No planificar porque estamos atravesando un duelo y no tenemos ganas de celebrar.
  • Pasar las navidades como un día más, sin preparativos, luces ni adornos.
  • Estar en una comida o cena sin beber alcohol (y que no se nos presione para que lo hagamos).
  • Participar todas las personas en las tareas de comprar, cocinar, servir y limpiar para que no recaiga siempre en manos de las mismas.
  • Estar a solas o en compañía de nuestra mascota, amigos/as o compañera/o de piso. 
  • Salir en Nochevieja hasta las tantas o irnos a dormir antes de que den las campanadas.
  • Demostrar nuestro amor a las personas que apreciamos sin necesidad de participar de la rueda del consumo.

Para mí la navidad es una buena época en la que reflexionar acerca de lo verdaderamente importante, y es que de hecho, con el inicio del invierno nos apetece más estar recogidas e introspectivas. Es un momento importante para agradecer lo que fue y lo que es, y por supuesto, también para extrañar.

Mi deseo para estas fechas es que podamos encontrar la forma en que las queremos pasar, dadas nuestras circunstancias, porque no hay una sola y correcta, sino tantas como podamos imaginar.

Otras publicaciones

Metáforas (con permiso) en psicoterapia

Encontrar las palabras para expresar lo que pensamos o sentimos, no siempre es fácil. En las sesiones de terapia, podemos hacer uso de metáforas, que quizás nos faciliten acercarnos mejor a la experiencia que la persona está compartiendo.

Todas las publicaciones »

Actividades

Psicoterapeutas

Centros