La película Un dios salvaje de 2011 está dirigida por Roman Polanski sobre una obra de Yasmina Reza, que es también co-guionista. Los cuatro actores son fabulosos, tanto las más conocidas Jodie Foster y Kate Winslet como sus parejas Christopher Waltz y John C. Reilly.
La película es en realidad una obra de teatro. Dos parejas de padres se reúnen en el apartamento de una de ellas para discutir qué van a hacer con sus dos hijos pequeños, que se han peleado en un parque. ¡Y ya está! Con esta semilla de argumento, aparentemente tan pequeña, se teje una historia que mantiene una tensión sorprendente. Sorprendente porque, durante varias escenas, el espectador puede notar las fricciones, las cosas no dichas, la cortesía forzada, el uso sesgado de las palabras, de una forma más sentida que explícita. La explicitación va llegando poco a poco, mostrando de qué están hechos todos estos “no dichos”: qué da por supuesto cada personaje, qué les motiva realmente, qué se está tragando cada uno que no expresa.
El incidente de la pelea infantil sirve de excusa para mostrar cómo estos padres vuelcan sus propias historias en lo que solo aparentemente es una discusión sobre sus hijos. ¿Cuáles son sus conceptos de la educación, del “respeto”, de las prioridades? ¿Cómo se reparten las funciones padre y madre en la educación? ¿De qué manera intentan controlar una situación que se les escapa de las manos? ¿Qué hay de sus relaciones de pareja?
Es importante destacar que la película hace cabriolas entre una tensión psicológica casi insoportable y un humor con toques negros que proporciona escenas hilarantes. Se hace difícil clasificarla como comedia o como drama.
Director: Roman Polanski
Actores: Jodie Foster, Kate Winslet, Christopher Waltz, John C. Reilly
Título original: Carnage
Duración: 79 min.
Año: 2011