Hay varios pilares sobre los que nos apoyamos para nuestra labor: formación y actualización continua, supervisión y terapia personal. Elementos imprescindibles en nuestra profesión.
En la actualidad se nos exigen unos requisitos legales básicos para poder trabajar, como son el grado o licenciatura de psicología, la habilitación sanitaria, el máster general sanitario o el PIR (psicólogo interno residente de hospitales públicos), estar colegiados/as y tener un seguro de responsabilidad civil. Sin embargo, la terapia personal del/de la psicólogo/a y la supervisión de casos clínicos no se contemplan legalmente cómo requisitos y son tan importantes para nuestra labor profesional que marcan una gran diferencia. Estas dos actividades no están recogidas en el Código Deontológico de la Psicología, pero sí en el Código Ético de la Terapia Gestalt y responden a cuestiones de profesionalidad y de calidad del servicio que prestamos.
¿Por qué es importante que una psicóloga realice su propia terapia personal?
Nuestra terapia personal nos ayuda a conocernos mejor, comprender nuestras experiencias, emociones y conductas, y esto nos sirve de apoyo para entender y empatizar mejor con nuestros/as pacientes.
Haber ocupado el asiento del paciente nos permite saber que se puede llegar a sentir mucha vulnerabilidad, miedo, vergüenza y un largo etcétera de sensaciones y emociones.
La situación terapéutica está creada por las personas que la componen, es un encuentro íntimo entre dos seres humanos en el que afloran emociones, heridas y preocupaciones. Lo que los/as psicólogos/as sentimos frente a nuestros/as pacientes, lo que escuchamos, vemos y experimentamos durante la intervención psicológica impacta en nosotros/as y puede activar parte de nuestra historia, por eso es tan importante realizar nuestro propio proceso terapéutico.
Éste nos ayuda a reconocer nuestros prejuicios, creencias y tendencias personales, para flexibilizarnos y ser así lo más objetivos/as posible con nuestras/os pacientes, evitando ideas preconcebidas sobre ellos/as. Existen varios tipos de prejuicios o sesgos que pueden interferir en la atención a personas y por eso es tan importante ser conscientes de ellos y trabajarlos; algunos son de tipo cultural, personal, o emocional.
Los sesgos emocionales pueden incluir los propios miedos, ansiedades o inseguridades. Por ejemplo, un/a psicólogo/a que tenga miedo de tratar ciertos temas o que tenga dificultades para manejar las emociones intensas, puede evitar abordar ciertas propuestas del/de la paciente, o declinar tratar temas incómodos que puedan surgir en la relación terapéutica. Otro ejemplo puede ser la sobreidentificación con la historia del/de la paciente, que podría actuar de interferencia para realizar una atención efectiva.
¿Por qué es importante la supervisión de casos clínicos?
La supervisión consiste en acudir con regularidad a un/a terapeuta supervisor/a, un/a profesional de la terapia que cuenta con experiencia y acreditación para tal labor. Además de facilitarnos estar atentos/as a la puesta en marcha de algunos sesgos y prejuicios que he mencionado en el apartado anterior, la supervisión nos ofrece otro tipo de garantías.
Durante las sesiones de supervisión sometemos a evaluación el progreso de los procesos terapéuticos que tenemos abiertos con las personas que atendemos, valorando si está habiendo una buena identificación de las problemáticas y dificultades y si se está dando una buena evolución de la terapia. Nos ofrece un punto de vista externo de otro/a psicólogo/a que estando fuera de la situación terapéutica puede detectar aspectos que hayan pasado desapercibidos para nosotros/as.
En conclusión
Tanto la terapia psicológica como la supervisión nos ofrecen herramientas para ofrecer una buena atención y manejar el estrés y carga emocional que podemos acumular, previniendo el agotamiento y permitiéndonos realizar distintas sesiones a lo largo de la semana.
Como ves hay varios motivos de peso para realizar estas actividades y, aunque no se nos exigen, son elementos fundamentales para ofrecer el mejor servicio posible. Nuestro trabajo implica una gran responsabilidad y por ese motivo es importante que nos hagamos cargo de encontrarnos con las personas con prudencia y de la forma más auténtica, respetuosa y comprensiva posible.
A la hora de buscar un/a psicólogo/a, es posible que consideres estas cualidades importantes para establecer una relación de confianza, por lo que puedes consultar tanto por su formación como por su supervisión.
En Terapiados elegimos hacer nuestra propia terapia psicológica y supervisión porque creemos que esto puede apoyarnos en la atención de las personas que recibimos en terapia.