Desde que trabajo como psicóloga y terapeuta Gestalt (hace aproximadamente 20 años) en varias ocasiones he recibido la petición, por parte de las personas a las que atiendo, de tener alguna de las sesiones en formato a distancia, a través de llamada telefónica o de videoconferencia. He de confesar que en un principio rechazaba estas propuestas, y era rigurosa en el formato de terapia exclusivamente presencial.
Fue a partir del año 2016, cuando una de las personas que se encontraba en pleno proceso terapéutico, fue destinada fuera del país. En esta ocasión accedí, dado el vínculo que teníamos y el momento de su proceso de terapia. Acordamos que estaríamos atentas a ver si era posible para ambas, como terapeuta y paciente respectivamente, continuar con nuestro trabajo de apoyo en esta situación novedosa. Así fue como iniciamos nuestras primeras sesiones de terapia online.
He de agradecer esa decisión y apertura a las nuevas tecnologías, ya que poco a poco he ido aceptando otras citas para tener sesiones de terapia online con personas dentro y fuera de España. En general han sido procesos de apoyo psicológico y terapéutico muy satisfactorios, en los que hemos podido encontrar un soporte clave para estas personas que por diversas circunstancias, no podían acudir a terapia de forma presencial. Las nuevas tecnologías han sido un gran facilitador, ya que hoy por hoy podemos contar con buena imagen y sonido para hacer que se acorten las distancias.
A través de la terapia online podemos realizar un trabajo de autodescubrimiento de cuales son nuestras capacidades y de qué manera lograr gestionar nuestras emociones para conocer mejor las posibilidades que tenemos para relacionarnos con nosotros mismos y con los demás en diferentes circunstancias.
Descubrí que la terapia online, al igual que la terapia presencial, puede proporcionar un servicio próximo tanto a las personas que estén en situación de vulnerabilidad emocional, personas que sufren crisis de ansiedad, sentimientos de tristeza o soledad como cuando lo que se necesita es apoyo psicológico en situaciones complejas como la separación de una pareja, las dificultades en la crianza o la pérdida de un ser querido.