Cuando nace el bebé es muy común escuchar que las primeras semanas están, además de para descansar y sobreponerse al parto y al postparto, para conocer al bebé.
La observación de su conducta, sus gestos, sus movimientos motores y oculares, nos servirán para orientarnos en la necesidad que puede estar manifestando y tratar de cubrirla de la forma más satisfactoria.
Como bien apunta el psicólogo y psicoanalista Daniel Stern: “Imaginar lo que siente el bebé es necesario tanto para el bebé como para ti”.
El recién nacido llega al mundo con capacidad para comunicar cuáles son sus estados. A través de su forma de gesticular, su sonrisa en el caso del placer o el llanto en caso de insatisfacción, iremos poco a poco co-construyendo un mundo compartido de significados y desarrollando la capacidad de interpretar sus necesidades.
Estas interpretaciones cumplen la función del cuidado saludable del bebé.
Y, además, genera confianza en la mamá o el papá, favoreciendo una percepción de capacidad de cuidado y de que lo están haciendo bien.
Intentar ponerse en el lugar del bebé y adentrarse en su mente, favorece que nos imaginemos lo que está ocurriendo, y a él le ayuda a entender progresivamente lo que le pasa, estructurando su mundo de sensaciones.
Retomando las palabras del profesor Stern, “esta interpretación será tu guía principal para actuar de una manera o de otra con el bebé y, al mismo tiempo, ayudará a este a aprender de su propia experiencia”.
Si sientes que necesitas acompañamiento en esta situación, dentro de poco abriremos un Grupo de apoyo y encuentros para familias.
Una tribu de sostén de mamás y papás, de familias en la misma situación o parecida donde intercambiar experiencias, desahogarnos, aprender, compartir y apoyarnos en este maravilloso paseo por la maternidad y la crianza.
Puedes ponerte en contacto conmigo en: maria.bonanad@terapiados.net o en el teléfono 96 305 60 65.
Un abrazo,
María Bonanad.